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“La persona que sale de su domicilio debe llevar un certificado comprobando que es negativa de Covid

Es chivilcoyana, se llama Maribel Papaleo y desde algunos meses se encuentra radicada en Eslovaquia junto a su esposo.

Llegó con las libertades del verano Europeo, pero ahora se encuentra viviendo con las restricciones del invierno a partir de una segunda oleada de contagios con números que están superando ampliamente a la primera.

Entrevistada por Radio del Centro, Maribel nos cuenta a manera de introducción:

“Llegué el 5 de junio acompañando a mi esposo a quien le ofrecieron un trabajo en Eslovaquia, una empresa que tiene su central en Viena (Austria). La propuesta le agradó así que por unos años decidimos vivir en este país”.

Más precisamente, Maribel comentó que se encuentran radicados en Dolný Kubín en la parte central del país hacia el norte, una ciudad que tiene pistas de sky, “de hecho ahora estamos con toda la nieve”, dijo y ejemplificó: “es un pueblo muy parecido a San Martín de los Andes”.

Y resaltó: “Pudimos conocer casi todo Eslovaquia; realmente es digna de conocer porque tiene mucha historia, un montón de castillos, cuevas. Después de hacer un aislamiento de dos semanas”.

-¿Qué se encontraron al llegar?

-Llegamos en el verano europeo y realmente encontramos una población muy distendida con el Covid.

Eslovaquia tiene 5.5000.000 de habitantes, es un país chico y tenían 20 fallecidos, solamente 120 infectados por día en la primera ola.

La llevaron bien y creyeron que ya habían superado el virus.

Después surgió nuevamente todo lo relacionado al Covid. Empezaron a aumentar los casos en otoño, se llegó a 3.600 infectados por día de 120 que había anteriormente.

-A partir de este crecimiento de casos, ¿qué sucedió?...

-El gobierno comenzó a adoptar medidas de testeos rápidos. En nuestro caso nos contagiados de Covid a principios de octubre. Mi esposo se contagió teóricamente por una compañera de trabajo, pasamos la cuarentena y después testearon el 26 de octubre durante tres fines de semana, de carácter obligatorio porque, caso contrario, no podíamos salir de nuestra casa.

La persona que sale de su domicilio debe llevar un certificado comprobando que es negativa de Covid y quien se negaba debía permanecer dentro de su casa porque sin ese comprobante no permiten circular.

Así se redujo bastante, pero ahora que estamos en invierno nuevamente toda la situación empeoró.

A partir del 27 hay que testearse para poder salir de nuestros domicilios ya sea para concurrir al supermercado o salir a hacer alguna actividad física. Los colegios están cerrados por el momento.

-¿Se puede salir del país?

-Teníamos la intención de regresar a Chivilcoy pero no pudimos porque desde antes de Navidad se decretó un confinamiento, no se puede salir de la ciudad y a las 20 todos los habitantes deben quedarse en sus domicilios, solamente se encuentra abierto lo esencial. En el trabajo se alterna entre la presencialidad y home office.

Las personas podemos elegir hacernos un testeo rápido o PCR, en los varios centros que hay en el país y es gratuito.

Supuestamente comenzarían a hacerse todas las semanas tal como está sucediendo en el Norte de Italia que se realiza el PCR, aunque todavía no está obligatorio. El confinamiento está impuesto hasta el 7 de febrero. En Austria se estará haciendo lo mismo.

-¿La vacuna se está aplicando?

-Se está vacunando pero muy poco todavía, solamente al personal de salud y todo lo que sea esencial. En Eslovaquia se está aplicando la vacuna Pfizer pero ahora escasea porque no la están entregando. Es la vacuna que la comunidad Europea aprobó porque es alemana y se hace en Bélgica.

-¿Cuándo surgió ese rebrote?

-En el verano no hubo un rebrote que preocupe, julio y agosto no; en septiembre, comenzó a elevarse la curva pero el gobierno aún no decía nada hasta observar que ya era bastante importante y se comenzaron a tomar medidas al respecto. De hecho, ahora las pistas de sky están cerradas, no hay turismo, los hoteles no están abiertos. El gobierno subvenciona a todas las personas que viven de esos rubros.

-¿El sistema médico?

-El sistema médico es bastante distinto, debemos tener un médico de familia, que en Argentina es el de cabecera. Justamente esa semana mi marido con su compañera de trabajo fueron a presentar el médico de familia, donde nos anotan porque tenemos seguro médico, y queda como nuestro profesional de cabecera.

Ese mismo día que fueron a anotarse, la compañera de trabajo de mi esposo comenzó con síntomas, contagiándolo de Covid. Cuando mi marido empezó con síntomas a los dos o tres días, se fue a testear al Hospital donde le hicieron el PCR y enviaron al día siguiente un mensaje de texto que era positivo solicitándole que se comunique con su médico de cabecera, que se hace vía mail.

-¿Cómo fueron esos días?

-Si bien mi esposo es hipertenso, afortunadamente no tuvo ninguna complicación; sí dos días de fiebre, dolor de cuerpo y mucha tos seca. A la semana comencé con pérdida de olfato aunque no me hice el testeo porque me di cuenta que tenía Covid, luego perdí el gusto, tuve fiebre un par de días y dolor de cuerpo.

Estuvimos un mes adentro porque cuando fuimos a hacernos el testeo, saliendo de la cuarentena de dos semanas, volvió a darnos positivo.

-¿Qué pasa de incumplirse alguna norma?

-Cuando se incumple cualquiera de las normas impuestas, las personas deben pagar 1.000 euros de multa y la Policía lo cobra en el momento a través de un posnet y si la persona no puede pagarlo en ese momento con su tarjeta, posteriormente tiene que ir a la Municipalidad a abonar la multa aunque tendrá que abonar 1.600 euros.

Ponen esas multas porque en Eslovaquia tampoco se respetaron las medidas de utilizar el barbijo, la distancia, como sucedió en verano.

-¿Cómo es la vida habitualmente en Eslovaquia?

-La vida es linda porque es muy tranquila. La barrera principal es el idioma porque no se entiende nada. Es un idioma parecido al polaco, al ruso. Tienen muchas consonantes unidas y símbolos arriba de las letras haciendo que la c o la s suenen diferentes. Más que los saludos y todo aquello que sea de cortesía es difícil aprender de un día para el otro. Con el inglés se maneja más la gente joven, en general los adultos estudiaron alemán y rápidamente expresan no saber inglés.

La ciudad es muy tranquila y directamente no hay robos. De hecho, si a una persona se la cae algo, queda en ese mismo lugar y después lo puede ir a buscar porque sabe que lo encontrará, lo vi incluso.

Sus habitantes no son como los latinos en cuanto a hospitalidad en relación a lo expresivo y son muy cerrados, no es que sean ni buenos ni malos sí que tienen otra forma de relacionarse y se hace más dura, por ese motivo, la adaptación. Cuando estuvimos aislados fue difícil.

La vida es cara como sucede en todo Europa, pero Eslovaquia es uno de los países más económicos para vivir por eso muchas fabricas se instalan en el país porque en Austria es el doble más caro, por ejemplo.

-¿La noche de Eslovaquia?

-En el momento que se podía salir a cenar encontrábamos todo cerrado porque lo hacíamos a las 20, así que tuvimos que salir a las 19 caso contrario no podíamos ir a un restaurante. Lo único abierto luego de las 20 son los pubs donde concurren los jóvenes o las pizzerías. La comida es muy buena, es parecida a la nuestra aunque no hay mucha carne vacuna porque es muy cara aunque sí mucho cerdo, pollo y pescado, asimismo frutas y verduras de todo tipo.

Por la noche cuando salíamos a caminar no había nadie, todos en sus casas, un silencio tremendo.

Asimismo, una de las cosas que más nos cuesta es que los días son larguísimos, en verano a las 4 de la mañana amanece y oscurece a las 22, es como el sur de Argentina. En invierno, a las 15.30 o 16 oscurece y amanece a las 7.30 u 8.


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